Ojo con la maquinaria mediática que denuncia campañas mediáticas

Habitando el tiempo


Ojo con la maquinaria mediática
que denuncia campañas mediáticas


Clodovaldo Hernández


Estamos acostumbrados al cinismo, al descaro, al “caraetablismo”. Que Colombia pretenda dar consejos sobre trato a manifestantes o que denuncie a otros países como terroristas; que Estados Unidos se queje de injerencia en sus elecciones… en fin, es el pan de cada día. Y, por supuesto, una maquinaria mediática hecha a imagen y semejanza del mundo que la ha dado a luz no es tampoco de extrañar.

Lo digo porque se ha vuelto cotidiano que los autores de las más gigantescas operaciones de manipulación, posverdad y fake news aparezcan denunciando eso mismo en lo que son expertos sus medios, periodistas e influencers: las campañas de opinión pública.

No les gusta a quienes detentan el poder comunicacional y de redes sociales que se les rebatan sus noticias falsas; que los gobiernos, grupos, colectivos e individualidades les contesten a sus infamias. Su idea del escenario mediático no es una confrontación en la que cada sector diga lo que tiene que decir y el otro responda, sino una vía de una sola dirección. No quieren que haya combate, sino ser solo ellos los que peguen y que el otro aguante callado.

Entre los muchos casos emblemáticos de los últimos tiempos está el del embajador Alex Saab, preso ilegalmente (según ha quedado ya más que comprobado) en Cabo Verde, un pequeño país sometido a la insoportable presión del imperio estadounidense y de un aparato comunicacional global.

Durante años, los componentes de esa maquinaria “periodística” (quede constancia de las comillas) han disparado a diario y a través de sus muchos cañones toda clase de acusaciones contra Saab. No le perdonan que haya ayudado a vencer parcialmente el bloqueo criminal estadounidense, importando productos de primera necesidad.

En respuesta a ello, un creciente grupo de medios públicos, alternativos y revolucionarios, así como muchas personas del común, han alzado sus voces, exigiendo que se respete el estatus de embajador de Saab y que se atiendan los emplazamientos que diversos organismos en la comunidad africana han hecho para que se restablezcan sus derechos.

Ante ese otro factor en el debate, la maquinaria mediática ha reaccionado indignada, denunciando que el rrrrégimen de Venezuela paga campañas mediáticas para defender a Saab.

Y son los mismos medios que no dejan ni por un día sus inclementes campañas los que hablan, con gestos de asco, sobre las campañas del otro bando.  Es el mismo cinismo descarado y cara de tabla que caracteriza a la derecha global, regional y local. Lógico, están hechos del mismo material.

CRITERIO / HBITANDO EL TIEMPO / CLODOVALDO HERNÁNDEZ

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