La rebelión del negro Miguel en la historiografía venezolana: un balance crítico

En el transcurso del año 2003, conmemoramos en Venezuela, los cuatrocientos cincuenta años de la rebelión del negro Miguel en el Real de Minas de Nueva Segovia de Buría, hecho ocurrido en el mes de diciembre de 1552 y durante los primeros meses del año 1553. Este acontecimiento, ocupa un lugar importante en la historiografía venezolana y por tal motivo, en este estudio, seguiremos paso a paso, las opiniones, análisis y enfoques metodológicos que desde el período de la Colonia hasta el siglo XXI, hemos podido localizar sobre tal temática. Al respecto y con carácter de muestra representativa, veamos los escritos de autores tales como: Fray Pedro Simón, Fray Pedro de Aguado, Juan de Castellanos, José de Oviedo y Baños, Rafael María Baralt, José Gil Fortoul, Miguel Acosta Saignes, Federico Brito Figueroa, Manuel Vicente Magallanes, Jesús María Herrera Salas, Reinaldo Rojas, Gilberto Abril Rojas y otros. Aspiramos, que la ciencia de la historia con carácter de totalidad, nos permita conocer y comprender la gesta del negro Miguel en el contexto de su época y como símbolo de la primera lucha de los africanos y sus descendientes, incluyendo a la población indígena, contra los conquistadores y colonizadores europeos.

I.- Rebelión del negro Miguel: estudios y aportes documentales

Para conocer a profundidad un determinado hecho histórico, ocurrido en la Venezuela colonial y también en la del siglo XIX, como lo fue el relacionado con las rebeliones, sublevaciones y conspiraciones de los negros, mulatos y zambos sometidos a esclavitud, debemos estudiar y analizar las fuentes documentales que existen al respecto, en repositorios tales como el Archivo General de la Nación, el Archivo de la Academia Nacional de la Historia, el Archivo Histórico Arquidiocesano, el Archivo General de Indias en Sevilla (España), etc. Las fuentes primarias seleccionadas, deben ser sometidas tanto a la crítica interna como a la externa y en la medida de lo posible, deben ser despojadas de la carga etnocentrista y de los múltiples prejuicios que los escribanos y las autoridades de la época, tenían contra la población conformada por negros, mulatos, zambos, indígenas y mestizos. Al respecto, Miguel Acosta Saignes, nos señala:

“Para estudiar la vida de los esclavos negros hemos recurrido principalmente […] a las fuentes inéditas, a documentos […] sin desdeñar naturalmente las fuentes publicadas […] Dimos un tratamiento múltiple a los materiales. Como se trata de un tema de antropología social e histórica, utilizamos los métodos de esas ciencias para la exposición de los materiales. Antropológica es la presentación de una casuística tomada directamente de los aspectos o circunstancias. Se trata de presentar simplemente la vida de los esclavos en todas sus actividades, tal como la hubiese visto un antropólogo visitante del país durante la época colonial […] El tratamiento histórico se ha verificado al seguir rigurosamente la cronología para presentar los materiales. Ello, aparte de ser método apropiado, nos revela el desarrollo gradual de la vida esclavista…”1.

Sobre el caso específico de la rebelión del negro Miguel en el Real de Minas de Nueva Segovia de Buría, observamos que en la recopilación de Documentos para el estudio de los esclavos negros en Venezuela, selección y estudio preliminar de Ermila Troconis de Veracoechea2, no se incluyó ningún texto sobre el personaje aludido e igualmente ocurre con la obra: Archivos de los Registros Principales de Mérida y Caracas. Protocolos del siglo XVI, estudio preliminar, resúmenes e índice analítico por Agustín Millares Cario3. En cambio, en una recopilación documental elaborada por el Archivo General de la Nación y titulada: Encomiendas, Tomos II y III, tuvimos la grata oportunidad de leer en seis oportunidades comentarios en torno al “Rey negro Miguel”, al respecto veamos los siguientes fragmentos:

“Información de calidad, méritos y servicios dada por Francisco Fernández Escorcha, al tenor siguiente […] aviendose lebantado con nombre de Rey el negro miguel con muchos negros e indios en la provincia de nirgua de noche en el rreal de las minas donde avia dies y ciete españoles y aviendo muerto al clérigo capellán y a un soldado estando el dho. Negro Rey peleando con mucha Bentaxa al dho. mi abuelo se llego serca y con la claridad de la luna le passo la garganta con una zara de que cayo muerto con que todos fueron desbaratados…4

“Oposición a la Encomienda en referencia hecha por Juan Angulo de Villegas, al tenor siguiente […] el capn. Diego de escorcha visabuelo de la dha. mi muger fue Por capn. de la jente española a la provincia de nirgua contra El Rey negro. En donde le hallo apoderado de los caminos Reales y fortificado en un palenque y con sobrado animo de servir al Rey nro. Señor desbarato y aruino dho. palenque y matto al dho. negro con una jara…”5

En los textos anteriores, vemos como dos colonizadores, quienes solicitan encomiendas, resaltan sus vínculos familiares con el Capitán Diego de Escorcha, quien fue uno de los que participó en el asesinato del negro Miguel y en la destrucción de su cumbe o palenque.

Con respecto a la rebelión del negro Miguel, podemos señalar que fue una respuesta a los malos tratos que los conquistadores españoles cometían constantemente en contra de la población negra e indígena sometida al régimen de la esclavitud. En dicho alzamiento, fueron muertos y heridos varios soldados hispanos y los promotores de la insurrección destruyeron los equipos que integraban “el Real de Minas” y el campamento adyacente donde vivían los esclavizados y sus amos. Posteriormente los esclavizados negros y los indígenas jirajaras, bajo el liderazgo del negro Miguel, decidieron huir hacia las montañas y en lo alto de una meseta rodeada por barrancos y una sola entrada fundaron un cumbe o palenque, núcleo humano en donde iniciaron una nueva vida como hombres y mujeres libres. Más adelante, los negros cimarrones junto con algunos indígenas (pintados de negro con jaguas o yaguas) decidieron atacar a Nueva Segovia, en la cual incendiaron varias casas, asesinaron a un sacerdote y mataron a varios vecinos. Sin embargo, la resistencia de los hispanos fue mayor debido a que poseían mejores armamentos y tal situación motivó que los rebeldes huyeran de nuevo hacia su cumbe. Poco tiempo después, los soldados españoles de Nueva Segovia solicitaron ayuda a la gente de El Tocuyo, y organizaron un “batallón” con la finalidad de destruir al negro Miguel y a sus aliados. En tal sentido, veamos la siguiente cita:

“ ‘¡Muerte a los insurrectos!’ se oyó decir de boca en boca y de portal en portal entre los asustados padres de familia e incrédulos habitantes de El Tocuyo y Nueva Segovia, mientras para acabar con la intranquilidad cinco capitanes que habían hecho nombre mediante la espada, y con el refrán de que ‘lo que digo es Diego’, tercos y empecinados el trujillano Diego García de Paredes, el zamorano y rubio Diego de Losada, el gaditano Diego Hernández de Serpa, que se destacara tanto en el Oriente de Venezuela, Diego de Ortega y el famoso por intrépido Diego de Escorcha, todos juntos y revueltos con la tropa, aunque priven las distancias acordadas, aprestáronse para liquidar la rebelión que acaudillara el rey Miguel de Buría, y su asiento, Curdubare”6.

Los soldados europeos, bajo el mando de los cinco capitanes que poseían el onomástico Diego, iniciaron la marcha hacia las montañas cercanas al Real de Minas de Buría, los orientaba el seguimiento de las huellas dejadas por los negros cimarrones y después de superar muchos obstáculos geográficos lograron ubicar el cumbe y en forma sorpresiva y aprovechando la oscuridad de la noche, atacaron e impidieron que los negros e indígenas se pudieran defender. Al primero que asesinan es al negro Miguel, otros son heridos y a los que capturan de nuevo los someten al régimen de la esclavitud, bajo estrictas medidas de vigilancia, azotes y torturas.

II.- Historiografía sobre el negro Miguel y su época

Consideramos que la historiografía venezolana desde el período de la Colonia hasta el siglo XX, siempre ha sido acompañada por los enfoques de carácter ideológico, que han plasmado en sus obras los diferentes cronistas e historiadores, que de una u otra manera, se han dedicado a estudiar nuestro pasado y a sus múltiples personajes, todo ello en el contexto de sus factores geoeconómicos, socio-culturales y político-filosóficos.

En el período colonial, observamos que los cronistas: Fray Pedro Simón, Fray Pedro de Aguado, Juan de Castellanos y José de Oviedo y Baños, interpretaron la rebelión del negro Miguel, como un hecho inspirado en el espíritu salvaje de los esclavos, un acto diabólico, de insubordinados, de personas malas e irrespetuosas de las leyes y de las buenas costumbres, etc. Al respecto, veamos los siguientes textos:

Fray Pedro Simón:

“A un año escaso de como se iban labrando […] queriendo castigar un minero de Pedro de los Barrios, vecino de Bara- quicimeto (de cuyo pueblo eran las minas, por estar en sus términos) a un negro de los de la labor, llamado Miguel, muy ladino en lengua castellana y resabido en toda suerte de maldad, viendo que lo querían amarrar para azotarlo, huyendo del castigo, arrebató una espada que se topó a mano, y procurando defenderse con ella del minero, tuvo medio en medio del alboroto que esto se causó, de coger la puerta e irse al monte…”7

Fray Pedro de Aguado:

“Fue, pues, el caso que un minero de Pedro de los Barrios, vecino de Barquisimeto, por causas que a ello le movieron, quiso castigar con rigor un esclavo de los que a su cargo estaban, llamado Miguel, negro muy ladino en la lengua castellana, y aun resabido y entendido en bellaquerías. Este esclavo, viéndose en esta aflicción, determinó no obedecer ni tener sufrimiento, mas hallando allí a mano una espada se defendió del minero y se fue huyendo al monte, de donde voluntariamente, con diabólica y depravada intención, comenzó a persuadir a los demás esclavos a que dejando la servidumbre en que estaban, tomasen la malvada libertad que el tenía usurpada…”8

Juan de Castellanos:

“En el río Buría circunstante,

Que tú, nueva Segovia, desamparas,

Pues por ser á dolencias subyeto

Se pasaron á Barquisimeto.

Donde faltaron las enfermedades

Porque el asiento dél era mas sano,

Mas no faltaron las calamidades

Que ya dejamos dichas del tirano;

También esclavos destas vecindades

Antes se levantaron á su mano,

Haciendo por los pueblos algún daño

Por estar descuidados del engaño.

Ciento y cincuenta negros son de guerra,

Gente feroz, bien puesta y arriscada,

Y en áspera quebrada de la sierra

Hicieron una fuerte palizada;

Pusieron en temor toda la tierra

Por ser la nuestra poca y apartada,

Esperando los negros por momentos.

Porque juraron rey solemnemente,

Puestos en el lugar que les aplico;

Aqueste fue Miguel, negro valiente…”9

José de Oviedo y Baños:

“…un negro llamado Miguel, esclavo de Pedro del Barrio […] retirándose al monte salia de noche, y comunicándose a escondidas con los demás negros, que trabajaban en las minas, procuraba persuadirlos á que sacudiendo el yugo de la esclavitud, restaurasen la libertad de que los tenia despojados la tiranía española […] pudo tanto la continuación de su persuasiva instancia, que redujo hasta veinte de ellos á que le siguiesen en su fuga, con los cuales dio una noche de repente sobre el real de las Minas, y matando con el furor del primer ímpetu algunos de los mineros, aprisionó los demas, para que fuese mas prolongado su martirio, pues quitó la vida con cruelísimos tormentos á todos aquellos de quien él, y sus compañeros (ó por haberlos azotado,ó por otros motivos) se hallaban ofendidos”10.

En los textos escritos por Fray Pedro Simón, Fray Pedro de Aguado, Juan de Castellanos y José de Oviedo y Baños; tuvimos la oportunidad de conocer los criterios y prejuicios, que todos ellos, plasmaron en contra de la rebelión del negro Miguel, pues, ellos fueron representantes de las clases dominantes y por lo tanto defendieron los intereses de los colonizadores europeos que poseían encomiendas, minas, haciendas, etc. Además, observamos que la interpretación de Fray Pedro de Simón, fue posteriormente plagiada por los otros tres cronistas e historiadores antes mencionados. Posteriormente, en el siglo XIX, Rafael María Baralt en su Resumen de la historia de Venezuela…11, menciona la rebelión del negro Miguel en las minas de Buría, y aunque repite las opiniones de los cronistas coloniales sobre tal acontecimiento, señala que después de la derrota del “Rey Miguel”, los jirajaras no se doblegaron y continuaron sus luchas por casi un siglo. Más adelante, ya en la primera década del siglo XX, José Gil Fortoul en su Historia constitucional de Venezuela, Tomo I12, incluye un pequeño texto sobre la insurrección del negro Miguel, en el cual no encontramos ningún nuevo aporte, ya que dice lo mismo que planteó Fray Pedro Simón.

Después de la muerte del General Juan Vicente Gómez en 1935, observamos en Venezuela, la aparición de una nueva interpretación de nuestra historia, la cual se basa fundamentalmente en los principios del marxismo y en la concepción filosófica del materialismo dialéctico; en tal sentido, mencionaremos como ha sido analizada la rebelión del negro Miguel, en los estudios de dos autores vinculados al pensamiento marxista. En primer lugar, tenemos a Miguel Acosta Saignes, quien en su libro: Vida de los esclavos negros en Venezuela13 considera que la sublevación de esclavizados más importante durante el siglo XVI, fue la que dirigió el negro Miguel en las minas de Buría y destaca la participación tanto de negros cimarrones como de indígenas. En segundo lugar, nos encontramos con Federico Brito Figueroa, quien en su obra: Las insurrecciones de los esclavos negros en la sociedad colonial venezolana, señala que la rebelión del negro Miguel tiene que ser

“…interpretada como un movimiento engendrado por la explotación a la cual estaban sometidos, los negros en las minas y los indígenas en las encomiendas y como una reacción contra la esclavitud. Esto que es cierto en términos generales explica el apoyo de unos y otros, especialmente de los indios Jirajaras que para aquella fecha no habían sido pacificados y constituyeron campo fértil para las prédicas de Miguel en favor de la libertad humana. Sin embargo para penetrar en el fondo social reivindicativo de aquella serie de alzamientos es necesario encuadrarlos en la realidad histórica del proceso colonial en la quinta década del XVI, cuando todavía no se habían estructurado definitivamente las clases y categorías sociales típicas de Venezuela colonial, aunque sí se observaba la existencia de las bases materiales y subjetivas que engendrarían esas clases y categorías…”14.

Vemos que Brito Figueroa, utiliza nuevas categorías de análisis histórico y considera que la rebelión del negro Miguel con la participación de los jirajaras, constituyó el primer movimiento étnico-social, en el cual se plantea la lucha de clases en la Venezuela colonial.

Con carácter de muestra y sin pretender en ningún momento agotar la información que existe al respecto, veremos a continuación la interpretación que sobre la rebelión del negro Miguel, ha hecho un autor que podemos ubicar como representante de la “historia oficial” en Venezuela. Se trata de Manuel Vicente Magallanes, quien en su libro: Luchas e insurrecciones en la Venezuela colonial15, concibe que la rebelión aludida, se llevó a cabo solamente para crear “…un gobierno en forma de reinado…”16 con la presencia de un rey, una reina y un principe, incluyendo como obispo “…a un hechicero de su partida…”17; tal simplismo conceptual, responde a la pretensión de muchos cronistas e historiadores de disminuir y dar un sentido pintoresco a la acción bélica y de carácter político-social que hemos mencionado anteriormente.

Ahora bien, queremos mencionar las dos siguientes obras: primero la del abogado, politólogo y antropólogo Jesús María Herrera Salas, titulada: El negro Miguel y la primera revolución venezolana. La cultura del poder y el poder de la cultura18, en la cual con mucha amplitud y conciencia crítica realiza uno de los estudios más completo sobre la gesta del negro Miguel y la proyección de este personaje más allá del siglo XVI, en las múltiples manifestaciones mágico-religiosas y literarias del pueblo venezolano. A lo largo de siete capítulos, el autor efectúa una reconstrucción histórica de la gesta del negro Miguel y sus aliados jirajaras; nos presenta un abanico de viejos y nuevos problemas como en el mundo caribeño.

Entre otras cosas, destaca: el contexto social y económico de la revolución de 1553, el contexto ideológico: la teología de la esclavitud, la revolución de 1553, cinco siglos más tarde: el negro Miguel y la reina Guiomar en el culto a María Lionza, el negro Miguel en el arte y la literatura, recordar el olvido: las rebeliones y revoluciones de esclavos en el Caribe y ¿Ha terminado la esclavitud? Todas esas propuestas e ideas son interpretadas y analizadas con criterio de totalidad y con una apropiada y exhaustiva biblio- hemerografía, que demuestra gran capacidad de trabajo y especial amor por la temática seleccionada. En segundo lugar, el libro del docente e historiador Reinaldo Rojas, titulado: La rebelión del negro Miguel y otros temas de africanía19, el cual constituye una significativa compilación de estudios sobre la temática afroamericana y afrovenezolana, donde predomina una concepción historiográfica basada en el uso del criterio de totalidad, con un lenguaje académico no cargado de tecnicismo y de fácil lectura para cualquier tipo de público. Además, en dicha obra vemos la presencia de los africanos y sus descendientes desde 1553 hasta 1854, pues, se inicia con el levantamiento o rebelión del negro Miguel en las minas de Buría y culmina con la aprobación de la Ley de Abolición de la Esclavitud en 185420. En la obra citada, Reinaldo Rojas, incluye entre otros, el siguiente ensayo: “El levantamiento del negro Miguel en las fuentes documentales de la época”21. También, véase el nuevo libro de Reinaldo Rojas, histórica titulado: La rebelión antiesclavista del negro Miguel y su trascendencia en el tiempo (Caracas, 2010). Asimismo, no podemos olvidar la novela histórica escrita por Gilberto Abril Rojas, intitulada: Señor de toda la tierra. La fascinante historia de la rebelión antiesclavista de Buría liderada por el Negro Miguel (2007), obra en la cual, el autor “…enaltece en su prosa el alma y grandeza ancestral del pueblo venezolano” y está estructura en cuatro libros, subdivididos en varios capítulos cada uno de ellos. A lo largo de las ciento sesenta y dos (162) páginas que integran la novela antes mencionada, los lectores tenemos la grata ocasión de conocer todas las vivencias y luchas llevadas a cabo por el Negro Miguel y sus compañeros esclavizados en la mina de oro de Buría, hacia los años 1552-1553: se destaca la rebelión contra los amos españoles, la destrucción de la pequeña infraestructura minera, sus bohíos, la persecución a que fueron sometidos por las autoridades establecidas en El Tocuyo y en Nueva Segovia (actual Barquisimeto). Finalmente, apreciamos el desenlace trágico del Negro Miguel, el de su familia y el de los esclavizados africanos e indígenas jirajaras que lo acompañaron en la insurrección aludida.

Por último, observamos que existe poca información en fuentes primarias (manuscritas) sobre la rebelión del negro Miguel, por lo tanto es conveniente seguir investigando tanto en Venezuela como en el exterior sobre tal temática, además nos aproximamos a un conjunto de cronistas e historiadores del período de la colonia y de los siglos XIX, XX y XXI, con la finalidad de conocer sus puntos de vista e interpretaciones sobre la insurrección del “Rey Miguel” y los grupos de esclavizados negros e indígenas jirajaras que los acompañaron en los combates que ocurrieron en el “Real de Minas de Buría”, en el ataque a Nueva Segovia y posteriormente en la defensa del cumbe, aposento de los cimarrones y lugar donde lograron vivir durante algunos meses como hombres y mujeres libres.

Fuentes consultadas

Abril Rojas, Gilberto. Señor de toda la tierra. La fascinante historia de la rebelión antiesclavista de Buría liderada por el negro Miguel. Barquisimeto: Gobernación del Estado Lara, Dirección General Sectorial de Educación, Fundación Buría, 2007. 163 p.

Aguado, Pedro De. Recopilación historial de Venezuela / Estudio preliminar de Guillermo Morón. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1963. Tomo I, 581 p. (Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia; 62. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela).

Baralt, Rafael María. Resumen de la historia de Venezuela… [Caracas: s.e., 1975] Tomo I, 503 p.

Castellanos, Juan De. Elegías de varones ilustres de Indias. Introducción y notas de Isaac J. Pardo. — Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1962. 284 p. (Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia; 57. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela).

Herrera Salas, Jesús María. El negro Miguel y la primera revolución venezolana. La cultura del poder y el poder de la cultura. Prológo de Miguel Izard. Caracas: Vadell Hermanos Editores, 2003. 359 p.

Lameda, Alí. El corazón de Venezuela: suma poética. Caracas: Ediciones del Congreso de la República, 1978. Vol. II, 419 p.

Magallanes, Manuel Vicente. Luchas e insurrecciones en la Venezuela colonial. Caracas: Editorial Tiempo Nuevo, 1972. 165 p.

Oviedo Y Baños, José De. Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela. Caracas: Ediciones Fundación CADAFE, 1982. Tomo I, 266 p.

Rojas, Reinaldo. La rebelión del negro Miguel y otros estudios de africanía. Barquisimeto: Zona Educativa del Estado Lara, Fundación Buría, 2004.261 p.

Rojas, Reinaldo. La rebelión del negro Miguel y su trascendencia en el tiempo. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, 2009. 46 p.

Simón, Pedro. Noticias historiales de Venezuela. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1963. Tomo II, 673 p. (Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 67. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela).

Urdaneta, Ramón. Crímenes inolvidables. Caracas: Editorial Panapo, 1988. 229 p.

  1.  Acosta Saignes, Miguel. Vida de los esclavos negros en Venezuela, pp. 17-18.
  2. Troconis de Veracoechea, Ermila. Documentos para el estudio de los esclavos negros en Venezuela, pp. 3-348.
  3. Millares Cario, Agustín (Comp.). Archivo de los registros principales de Mérida y Caracas protocolos del siglo XVI. pp. 7-295.
  4. Archivo General de la Nación. Encomiendas, Tomo II, pp. 18-19.
  5. Ibídem, Tomo III, pp. 114-115.
  6. Urdaneta, Ramón. 20 crímenes inolvidables, p. 103.
  7. Simón, Pedro. Noticias historiales de Venezuela, p. 209 (Subrayado nuestro).
  8. Aguado, Pedro de. Recopilación historial de Venezuela. Tomo I, p. 323. (Subrayado nuestro).
  9. Castellanos, Juan de. Elegías de varones ilustres de Indias, p. 260. (Subrayado nuestro).
  10.  Oviedo y Baños, José de. Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela. Tomo I, pp. 209-210.
  11.  Baralt, Rafael María. Resumen de la historia de Venezuela…Tomo I, pp. 203- 204.
  12.  Gil Fortoul. José. Historia constitucional de Venezuela. Tomo I, pp. 90-91.
  13. Acosta Saignes, Miguel. Ob. Cit. p. 26.
  14. Brito Figueroa, Federico. Las insurrecciones de los esclavos negros en la sociedad colonial venezolana, p. 44.
  15. Magallanes, Manuel Vicente. Luchas e insurrecciones en la Venezuela colonial. pp. 36-39.
  16. Ibidem, p. 37.
  17. Idem.
  18.  Herrera Salas, Jesús María. Ob.Cit. p. 23-25
  19. Rojas, Reinaldo. Ob.Cit, pp. 9-261.
  20. Ramos Guédez, José Marcial. “Prólogo” En: Ob.Cit. p. 21.
  21. Rojas, Reinaldo. Ob.Cit. pp.25-34.

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