Para la psicóloga Trina Patiño, en funciones de orientadora y terapeuta de Barrigonas y Barrigones se ha encontrado a padres gestantes que le preguntan sorprendidos: «¿Yo preñado?».
La sociedad patriarcal que la humanidad padece ha culturizado a sus individuos para que el embarazo sea «un asunto de mujeres». Sin embargo muchos hombres han comenzado a entender, participar y vivir como cogestantes, asumiendo que los hijos se hacen, se gestan, se paren y se crían en pareja.
Trina Patiño lo descubrió a tiempo al compartir sus primeros pasos profesionales al lado de su mentor, Elisa Jiménez, un ejemplo de mujer que creó Avesa para la defensa de los derechos sexuales y reproductivos y para prestar sus servicios humanitarios en estos proceso.
Trina tiene más de 30 años dedicada a la amorosa misión de acompañar a las barrigonas, pero, sobre todo, en la de concienciar Barrigones para que se asuman en la por igual responsabilidad de «traer hijos al mundo».
Con ella hablamos, a propósito de un libro testimonial que tiene listo y que está esperando editorial que se lo publique. Es así como la entrevistamos, esta vez, Todasadentro y compartimos el Diálogo contigo.

-Trina, encontramos, en tu trayectoria profesional, una marcada tendencia a defender a los hombres en las parejas gestantes. Incluso les llamas cariñosamente «Barrigones». ¿Por qué?
–Siempre he creído en la importancia de vincular a los hombres a su experiencia de gestación, porque un 50 por ciento es gracias a ellos. Simplemente, les pertenece en términos biológicos. No existe ninguna duda. Sin embargo, social y culturalmente, este derecho fue obviado, sin darnos cuenta de que nos hemos herido profundamente, porque al no establecerse ese vínculo, el ejercicio de la paternidad está relegado, diluido, y ha dependido del consentimiento de la madre su ejercicio. Ella ha sido víctima y también victimaria de este derecho. Tod@s los seres humanos deseamos tener un padre y una madre amoros@s, entre ellos y con sus hij@s, sin embargo esto no es el común en nuestras familias ¿por qué? Puedo enumerar muchas razones, sin embargo, hay dos inobservables que de tanto estar, no se ven, son así como el respirar, que de tanto estar no se percibe, se repite de manera automática: una es, que en algún momento de la historia los hombres fueron excluidos, cierto que esto se observa en otros animales, -sin embargo pingüinos y zamuros, por solo señalar dos especies y bien diferentes-, el cuido de los huevos y la crianza son absolutamente compartidos. Entonces, cabe preguntarse, ¿qué nos pasó, a los supuestamente «más inteligentes», que si no por instinto sí por razón, tendrían que ocupar su significativo rol? Está pregunta, entonces, nos lleva a la segunda razón inobservable y que está condicionada por aspectos socioculturales: nuestro mundo está regido por patrones, por hilos que mueven nuestro comportamiento sin que nos podamos percatar de ello. Somos robots actuando y haciendo lo que alguien dijo era lo que hay que hacer, bien por razones aspiracionales, por moda o simplemente porque así, siempre han sido las cosas así, como preguntarse ¿por qué las arepas son redondas? Son y punto, sin ningún cuestionamiento.
Así repetimos los humanos los patrones que rigen el acto trascendente de dar vida, que nos convierte en madres y padres y que para estos últimos implica un derecho otorgado por la madre: somos nosotras quienes podemos mediar para que ellos asuman, sin sentir al bebé en su cuerpo, su pertenencia. Somos nosotras quienes favorecemos el vínculo entre el hijo, la hija, y el padre. ¿Por qué ha sido así? Cabe casi igual respuesta a la del ¿por qué son redondas las arepas? Y si no ponemos el foco en eso, como ha ocurrido, no lo podemos cambiar.
Mirándolo muy bien, desde mi ser mujer, y viviéndolo con, quizás, un poquito de mayor consciencia, optamos, desde 1987, por generar programas prenatales donde el hombre se sintiera parte conciente y con conciencia respetuosa y amorosa, asumiera su rol protagónico. Pareciera que las redes inobservables que rigen al mundo, esas mismas que cortan la alocución del presidente de la primera potencia del mundo, y que antes nos hicieron creer en su gran poder e importancia, y que, hoy día, consideran que los pelos que cubren y protegen nuestro cuerpo, cada uno con una finalidad, son “feos” y “sucios”, y que logran -sin que ni siquiera sepamos cómo- que todas las mujeres y hombres se los quiten hasta en el pubis, para no distinguir a un human@ adulto de otro, teniendo quizás muchos intereses para eso, desde los menos perversos, como el incremento de ventas de instrumentos para afeitar; hasta lograr una indiferenciación de género sexual y una terrible confusión de los géneros y la manipulación de la identidad.
El nombre Barrigones, surgió en el mismo colectivo Avesa (A Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa), desde esa década de los 80, en el siglo pasado, época en la que ellas, mujeres gestantes, eran llamadas Barrigonas y ellos, hombres gestantes, tendrían que ser Barrigones. Es así como observamos, desde siempre, su gusto por ese nombre y así se perpetuó…
-Con tu inclinación por resaltar el papel masculino de la pareja y de lograr su compromiso a plenitud, ¿Acaso no estaremos corriendo el riesgo de afianzar un patriarcado de nuevo tipo?
-No. En lo absoluto. Estamos protegiendo a la familia, a los hijos y las hijas, estamos generando conciencia en la mujer acerca de la necesaria e importante vinculación de los hijos con su padre y en el importante papel que ella tiene en ese logro y estamos fortaleciendo un vínculo de amor entre la pareja alejándolos, al comprenderlo, de la brutal competencia a la que nos ha invitado la sociedad: «los hijos son de ella». NO, los hijos pertenecen a ambos. Y aún más importante, que los hijos asuman en su mente la pertenencia a ambos, mirando a sus progenitores como parte fundamental de su psiquis, de sus emociones y de su salud integral. Sin disociaciones, sin enfermas comparaciones de tú eres bueno o malo: ambos son, mi padre y madre.
-Por supuesto que a los Barrigones a los que te refieres parecen concientes y organizados. Cuéntanos de esa estructura. ¿Se reúnen? ¿Participan de algún tipo de actividades? ¿Tienen objetivos definidos? ¿Cuáles?
–La experiencia del programa prenatal los marca para siempre humanamente, sumado al asumir su paternidad con mayor consciencia en ambos. La mujer también asume la paternidad de ellos, de forma diferente, en su mayoría de eso no tengo duda, sabemos que algunos de ellos se han hecho compadres y / o socios y sus vínculos se mantienen aún con separaciones y divorcios. No han constituido grupos afiliativos para este fin, pudiera el libro ser un medio, lo pienso en este momento…

-Hemos sabido de ese libro, testimonial y pedagógico, que narra experiencias entre «Barrigones» ¿Tú eres la autora? ¿Quién lo escribió? ¿Cómo se llama el libro? ¿Dónde se consigue?
–El libro, finalmente concluido -por cierto, ¡busca editorial!-,surgió de sistematizar una práctica de cuatro talleres de reflexión dónde generé un instrumento sensibilizador, siguiendo mis lecciones de formación como psicóloga social y clínico. En ese momento me doy cuenta que combina a ambas, bueno lo que ha sido, y más específicamente, un método de intervención que desarrollamos junt@s en aquel mágico colectivo de Avesa, de la mano de mi mentora en el área, Elisa Jiménez, por aquellos años, en el que creo y que he perfeccionado a lo largo del tiempo. Esas «Hojitas de Trina», que se usan para que las respondan y sobre ellas generar intercambio y discusión, fueron guardadas por mí en el tiempo, son la suma del libro de hoy. Estas me permitieron sistematizar el libro, tener testimonios fidedignos, todo lo que aprendía era extraordinario.
Sin embargo, un taller donde ellos acudían solos, es decir sin ellas, generó mi compromiso de escribir éste libro testimonial, y se los prometí, porque las barrigonas -mujeres y hombres del mundo- tenían que, como yo, sorprenderse de tanta “sensible sensibilidad” oculta, y la redundancia es con total intención. Yo fui la primera asombrada, maravillada, enamorada, al escuchar sus relatos y vivencias. Y me dije: esto también es producto de una mujer madre que lo modeló y que traspasa exactamente los patrones machistas o patriarcales… Esto también está y tampoco lo podemos ver, ellos tienen prohibido expresarlo: «los machos no lloran». Entonces sentí que ese privilegio, esa perla que la vida me ponía enfrente tenía que conocerse. Y Alfonso, el barrigón protagónico, en el libro, habló desde el fondo de su sentir.
-A ti, ¿qué nombre te gustaría darle al libro? ¿Has recibido otras sugerencias al respecto? ¿Qué editorial te gustaría lo publicara? ¿Lo has presentado, por ejemplo, ante el ente gubernamental que lleva el programa de «parto humanitario»?
-El libro llevará el nombre que en colectivo seleccionemos, ellos son los protagonistas de la experiencia.
Desconozco el mundo editorial, ahora estoy medio entendiendo que es un «mundo» lo que sí deseo y sin dudas, es que llegue al mundo entero y solo por contribuir con la gestación de una mejor humanidad. Por nuestra larga trayectoria en el tema creo que estamos ahora, en el grupo de las antiguas, antes era mi mentora, pero todo cambia y pasa, contribuimos con el programa de parto humanizado y cómo no hacerlo? Ese programa es el sueño que hemos podido ver, el sueño alcanzado. Imagínate, de trabajar de manera marginal, es decir con pequeños grupos… ver hoy día nuestros principios y pilares masificados «el sueño realizado». Es decir, que una mujer del pueblo se forme para acompañar a otra y a su compañero, en su comunidad, en el proceso de gestar, parir y criar, haciendo de la experiencia un sentir colectivo, dónde además esa mujer «promotora» saca sus más bellos dones para ponerlos al servicio de otr@s en amor, solidaridad, compañía. Parto humanizado sabe, quizás no tanto como me gustaría, del libro. Sin embargo, no hemos logrado aún concretar un apoyo consistente al mismo.
-¿Cuándo podremos ver en circulación el libro?
–Deseo que sea muy pronto, que no pase de la mitad de este año 2021.
-Quien desee ponerse en comunicación contigo y con Barrigones ¿Cómo lo logra?
-Mis señas son:
haciendovidave@gmail.com
@haciendovida
Cel 58 4141718799/ 4123939218
-¿Tienes algún comentario o información adicional que desees dar a conocer por este medio?
-Gracias por tu interés en vincularte, sé de tu compromiso porque eres una muestra de esos Barrigones a quienes mencioné antes con altísimo compromiso y que, utilizando tus palabras, militan en este movimiento de amor y para siempre.
Iván Padilla Bravo / Caracas
Fotos e ilustraciones: T.P.