“El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política.”
“…la forma de Gobierno que vais a adoptar /debe ser/ para la felicidad del Pueblo”
(Simón Bolívar, Discurso Angostura, 15 febrero 1819)
En 2019 se cumplieron 200 años del día en que Bolívar pronunció el célebre Discurso de Angostura ante el Congreso. Se trata de uno de los de textos fundadores del ideario bolivariano que expresa con suma nitidez; la experiencia, la madurez y la mirada estratégica de Bolívar. Es un texto que desarrolla todo su pensamiento anterior y lo inmortaliza.
El Discurso aboceta las bases de un proyecto histórico, columna vertebral a lo largo de la cual se van a hilvanar todos los proyectos, esfuerzos, acciones y sueños forjados desde entonces y hasta hoy por el pueblo venezolano en su búsqueda por alcanzar la justicia y la igualdad. Al “Discurso…” hay que volver siempre a extraer luces, lecciones e inspiración.
Bolívar obró para alcanzar la justicia y la felicidad general. En el pensamiento de Bolívar el propósito superior de todo orden político, de toda organización social y política es la felicidad.
Todo lo demás (la independencia, la libertad, la soberanía, la igualdad, la justicia) no debe hacer más que provocar el surgimiento de esa felicidad.
No se trata de una felicidad en abstracto. Es cierto que la felicidad lo es en tanto ocurre a cada individuo. Pero también es “política”, es decir es un hecho “social” cuando se hace colectiva y general. Bolívar la llama en múltiples escritos la felicidad nacional.
Por ello tal como lo deja claro ante el Congreso de 1819 : “El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política”.
Del ideario bolivariano se desprende un paradigma superior y es la utopía bolivariana en estado puro: la mayor suma de felicidad posible (Suma-Felicidad).
La Suma-Felicidad como concepto que puede nominar el complejo filosófico bolivariano es un sistema utópico pero no una abstracción pura; el Libertador lo hilvana a la realidad concreta cuando enfatiza en que esa felicidad debe ser posible. El adjetivo señala el grado máximo de dicha colectiva que en un momento histórico y en una sociedad determinada se puede desarrollar.
Pudiéramos aceptar entonces que la Suma-Felicidad es el estadio superior donde los seres humanos pueden alcanzar el goce pleno de la vida. Ese estadio se produce como resultante del establecimiento de los equilibrios en todas las dimensiones de la vida: los seres humanos entre sí, en su convivencia con la naturaleza y en su relación con las cosas.
Bolívar identifica un requisito para alcanzar el disfrute de ese nuevo estado de cosas: la independencia y la libertad. Un pueblo cuya voluntad está determinada por una fuerza extraña enajena la posibilidad. Ser independiente se alza como paso primero y esencial. Un pueblo esclavo, un pueblo cuyos individuos padecen la opresión está imposibilitado para la realización de la Suma-Felicidad.
Bolívar recupera el principio ilustrado de la naturaleza desigual de los seres humanos. Abolir y corregir los desequilibrios (las desigualdades, las injusticias) debe ser el objetivo del nuevo estadio.
Ese estadio es histórico en la medida que resulta de una disposición determinada de las fuerzas de una sociedad que permite la sustitución del orden anterior, la infelicidad. Por lo tanto la nueva disposición y organización de las fuerzas de la sociedad (una nueva distribución del poder) es requisito para hacerlo viable.
Una vez establecido, a un Estado fundado en el principio de la Suma-Felicidad le toca obrar para colocar la mayor suma de sus fuerzas (recursos financieros, instituciones, leyes, decisiones, acciones) al servicio de ese propósito superior.
No hay duda, la Suma-Felicidad es la nuez del Bolivarianismo en su estado germinal. Es el «lugar» estelar donde coinciden Bolívar y Chávez.
Chávez comprende el principio de la Suma-Felicidad de manera absoluta. Entiende la política como el medio para alcanzar esa nueva situación y hace posible la Revolución Bolivariana como acción para hacerlo viable (la Constitución de 1999). El Comandante inspirado en Bolívar hace operar esos principios en el siglo XXI y crea un nuevo modelo: El socialismo bolivariano.
Pedro Calzadilla / Caracas