Al grito rucaneao del merengue

Esa música “ordinaria” y muy “vulgar” que ponía a las parejas a bailar, meneando las caderas en armónicos roces de vestimentas y pieles, como si quisieran sacarle pulitura a las hebillas de sus cinturones, nació como una forma de merengue caraqueño a la que también se denominó desde entonces “música cañonera” o “rucaneao”.

El moralismo burgués y de respingadas narices oligárquicas, rechazó canto y baile de tal modo que los creadores y ejecutantes de entonces afianzaron ese merengue, sin tener a su favor un aparato mediático, publicitario o financista que les respaldara. Música de Carnaval, de calle, de templetes, de comparsas, que fue forjando una identidad sin precedentes.

El merengue alcanzó su estatura de bandera izada para defender trincheras patrimoniales e identidades. Allí quedó, sonando, hasta que alguien trajo desde fuera y con el refuerzo de aparatajes mercantilistas otra forma musical, nada parecida en compases, melodías ni ritmos, pero sí del mismo nombre. La cultura aplanadora del supremacismo de los amos del mundo, pretendiendo llamar con el mismo nombre producciones diferentes en diversidad y origen, desdibujó una de nuestras bellas formas de identidad musical venezolana.

El debate de este tema es complejo. Quisiéramos proponer la organización y desarrollo de foros sobre el tema. Es un asunto de conciencia, de pertenencia y de soberanía. Ahora que Venezuela celebra sus carnavales en escenarios y formas diversas, quizás será muy oportuno volver a bailar rebeldemente rucaneo nuestra música caraqueña, en su forma de merengue.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s